Quieres lo mejor para ti

Escribe sobre tus emociones. Busca en lo más profundo y saca lo que piensas, lo que sientes, lo que te agrada y lo que te disgusta. Escríbelo todo. Escribir es sanador, desahogamos todo lo que está en nuestra mente (temores, inseguridades, incertidumbres)

Realiza algo que despierte tu creatividad, dedicar tiempo a eso que nos gusta hacer, un hobby. Estimular nuestra creatividad nos ayuda a encontrar nuevas y mejores ideas. Dedicar el tiempo a algo que siempre hemos querido hacer ayuda a despejar la mente y a divertirnos.

También podemos probar haciendo un cambio en nuestra rutina. Comienza un nuevo hábito.

Para salir del estancamiento vital no hay nada más fácil y efectivo que adquirir un nuevo hábito. No importa cuál sea el hábito elegido, sino el proceso continuado y enfocado que seguimos al construirlo.

El secreto para desbloquear una mente confundida es comprometerse con una acción y ejercitarla en el tiempo. Puede ser, hacer un deporte, escribir, decorar la casa, anotar los sueños nocturnos o tejer 10 minutos todos los días. No importa la actividad que elijas “Sino que seas constante con ella. El movimiento enfocado, continuo y paciente te saca del bloqueo y te nutre de la vitalidad que necesitas”. Elige una, persevera, verás cómo a los 5 ó 6 días ya te notas con más claridad, más energía y menos agobio. En ese estado se vuelve más fácil tomar decisiones que te hagan avanzar en tus propósitos.

Hacernos preguntas:

Podemos pasar días dándoles vueltas a esos “no sé”, “no puedo”, “no tengo”, sin llegar a ningún sitio, porque estas afirmaciones nos meten en un bucle “sin salida”. 

O... podemos elegir transformar esas frases a preguntas:

En vez de pensar “No Puedo”, lo paso a pregunta ¿Y si pudiera? ¿Qué necesito para poder? 

En vez de “No sé” lo paso a ¿Y qué puedo hacer para saber? para encontrar la respuesta?

En lugar de quedar atascada en el “No tengo tiempo/dinero” lo paso a ¿De qué forma podría conseguir más tiempo/dinero?

Debemos tener presente que nuestra mente se mueve a buscar una respuesta. Las preguntas nos incitan a buscar alternativas y soluciones, ponen en movimiento nuestros recursos mentales.

Buscar la manera de ayudar a otros, eso nos abre los ojos al ver la vida de otras personas, y darnos cuenta la vida que tenemos.

Limpiar o darle un nuevo estilo a nuestra casa, eso moverá lo estancado. Así entrará una nueva y mejor energía.

Investigar sobre personas que nos inspiren. Leer sobre sus vidas, o ver videos.

Imaginar cómo queremos vernos en un futuro, qué cosas hacer, cómo vivir, adónde queremos llegar.

Buscar el sentido espiritual al bloqueo. Preguntarnos: ¿Y si está pasando por algo? ¿Y si esa apatía, desmotivación, confusión, ha llegado para ayudarme a encontrar una nueva forma de vivir? Más alineada con lo que soy? ¿Me he dejado llevar por otras personas? ¿Por qué estoy en este punto?

Ten mucha paciencia contigo y ten en cuenta que todo pasa.

Tomar un descanso de todo y enfocarnos en nosotros mismos, puede ser todo lo que necesitamos para motivarnos. Cuando atravesamos circunstancias difíciles con conciencia es cuando más podemos crecer y aprender. Es necesario para encarar nuevos retos. Recuerda que quieres lo mejor para ti.

Cuida tus pensamientos, la mente es muy poderosa y a todo lo que le demos poder, se expande.

Alimenta tu cuerpo y mente con cosas que quieres en tu vida. Verás cómo una luz se enciende al final.

Una vez que encontremos lo que nos hace despertar, no habrá nada que nos detenga hasta alcanzar nuestras metas y sueños.